Para un friki de las señales como yo...llevar dos años pensando en el Camino y sólo recibir estimulos en el día a día sobre ello, en la gente que vas conociendo, suponía una clara señal de que era un paso que debía dar, debía caminar.
La simbología que uno aplica al camino al final es en lo que se convierte...No me imaginaba un camino fácil y mucho menos un paseo para todas las expectativas que tengo en mi cabeza.
Quizá por ello, en lugar de pensar que un esguince de rodilla 4 días antes del camino podía significar una señal de que no lo hiciera, me dio a entender que estaba convirtiendo mi simbología en realidad, y que debía intentar caminar por ese camino igual que he sentido que caminaba hasta ahora: Cojo, despacio, a trompicones, con altibajos en el ritmo y la fe y con un dolor acostumbrado a mi y yo a él.
Me marcho hoy hacia la realidad que yo mismo he creado, a ponerme a prueba, a sabiendas que rendirme no sólo significaría rendirme en estas singulares vacaciones.
Caminaré por lo que deseo dejar atrás, por lo que quiero alcanzar, por quien quiero ser para mi y los demás, por los que han estado, están ahí y por los que no podrán estar.
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